La iglesia de Santa María fue mandada edificar por Fernán Pérez de Andrade, en los últimos años del siglo XIV y primeros del XV, aprovechando una edificación románica anterior.
Situándonos delante de la fachada veremos que posee dos chimeneas a ambos lados de la entrada principal, en los que se representan figuras de la Anunciación. Cerca de la puerta de acceso veremos aún unas molduras arqueadas que la arrodean, las arquivoltas, que recuerdan mucho las diseñadas por el Maestro Mateo en el Pórtico de la Gloria de la catedral compostelana. Sobre la puerta, en el tímpano, se representa el tema de la adoración de los reyes: la figura central sentada es la virgen con el niño en brazos. A la derecha a Anunciación y a la izquierda los tres reyes magos adoran el niño. La fachada completa su esquema con un rosetón circular que lleva luz al interior, coronado con un campanario lateral en la banda derecha del templo.
Ya dentro podemos contemplar una planta dividida en tres naves. La central más ancha que las laterales, separadas por grandes piares compuestos. Este tipo de esquema arquitectónico es conocido cómo planta basilical. Se seguimos caminando cara el altar mayor, veremos que cada una de las tres naves tiene su corresponsal ábside, siendo heptagonal lo del centro y cuadrangulares los laterales. Se destaca los grupos escultóricos en el altar mayor tallados en el siglo XV por talleres flamencos en madera policromada, que representan la vida y pasión de Cristo.